jueves, 29 de mayo de 2014

Está en los genes!


Que tal queridas lectoras. Espero estén bien y disfruten la semana que ya casi termina.

Sin mucho preámbulo, les comparto unas fotos de la familia, para que se den cuenta que los genes predominan, y aunque no queramos, lo tenemos que aceptar. 



Estos son mis papás. Mi papá tiene el pelo blanco casi desde los 40.
Mi mamá lo tiene gris, súper cuidadito y suave.
Este es mi hermano mayor. Recientemente
cumplió 55, pero tiene el pelo así desde hace
mas de 10 años.


Ya llevamos casi 3 centímetros
y me está encantando la transición.



El gris/ blanco es de familia, y aunque hemos tratado de ocultarlo por años, es evidente que de alguna forma va a salir a relucir.

Mi mamá es menos canosa que mi papá, pero mis hermanos y yo heredamos totalmente la blancura del pelo de mi papá, ya que mi hermana y yo llevamos años pintándonos el pelo.




Poco a poco va dominando
la cabeza Lara :D
En fin, seguimos con la transición y con la paciencia, que de repente parece que se nos va de las manos… 
Que tengan un excelente fin de semana. 
Nos leemos pronto,

cl.

martes, 27 de mayo de 2014

El gris evidente…

El fin de semana estuvo lleno de actividades familiares diferentes a la cotidianidad del trabajo entre semana. Estuvimos con nuestra amada familia, y corrimos una carrera de 10 kms. mis dos hijas, mi esposo y yo.

El gris de mi pelo se hace cada vez más evidente, al grado que mis nietos me preguntaron, abuela ¿se te está poniendo el pelo blanco? ¿como Elsa? (personaje de la película Frozen), y les digo SI!!! ¿que les parece? a lo que ellos contestan, ¡TE VERÁS HERMOSA!

De repente me siento rara, no tanto incómoda sino que siento que todas las miradas están clavadas en la raíz de mi pelo. Hay momentos en que quisiera ir al salón de belleza a cortarme el pelo chiquitito para acelerar el proceso, pero mis hijas me dicen NO lo hagas, NO te sentirás agusto; es mejor esperar un poco porque serán demasiados cambios. Creo que tienen razón, lo que se necesita es PACIENCIA, como lo he venido diciendo desde el inicio de esta aventura.

Les dejo unas fotos, queridas lectoras, para que vean la evidencia y juzguen por ustedes mismas. Espero sus comentarios y nos seguimos leyendo.

cl.
Con mis hermosas hijas, antes de la carrera

Aun tengo el cuero cabelludo lastimado

Poco a poco se hace más evidente.






Poco a poco vamos con la transición

viernes, 23 de mayo de 2014

El peinado, despeinado

Seguimos con la aventura. Una parte muy importante de este "proyecto" es, como en todo, ver el lado positivo de las cosas, tomarlo como un gran reto y aprender en el camino.
Como les comentaba en otra entrada, hay días buenos y otros no tanto, pero yo estoy decidida a hacer de esta transición un aprendizaje memorable, rompiendo convencionalismos sociales y siendo yo misma.


Es increíble ver, a lo largo de la vida, cómo hay gente que cree que con comentarios ácidos te abrirá los ojos para que veas que estás en un error. Sin embargo, vivir rodeada de gente positiva que te acompaña en el camino, como dice el comercial, no tiene precio.

Un poco de historia.


Cuando fui niña, mi mamá siempre me trajo con el pelo recogido. Tenía el pelo largo y lacio, y siempre me hacía trenzas para que no se me enredara. Yo a veces las odiaba pero en esa época, el repelar sólo te causaba problemas. Nunca fui una niña dócil que digamos, así que repelaba de todos modos, aún sabiendo que no me saldría con la mía.

En vacaciones me permitían traer "colitas", pero mi pelo era tan largo que a veces sufría las consecuencias.

Con el paso del tiempo llegó el momento en que me debía peinar sola. Siempre tuve el pelo largo, pero lógicamente terso y sedoso, características de salud y juventud.

Me lo cepillaba varias veces al día y por lo general lo traía suelto pero no le daba mayor importancia.

Siempre lo traje largo, aunque no tanto como en mi niñez, pero después de que nació mi primera hija, me lo tuve que cortar chiquito, ya que se me empezó a caer (seguro las que son madres, queridas lectoras, se podrán identificar con esto).

No pasó a mayores, seguía con mi pelo castaño claro, pero de repente me empezaron a salir las primeras canas. Eso fue a principios de mis treintas. Empecé a experimentar con tintes de varios colores, (aun no eran tan evidentes las canas) y un tiempo me dio por pintarlo ROJO! 
Aun era muy joven, y aunque a mis hijos no les encantaba, yo me sentía soñada con ese color. Claro que después de algunos años, al ver fotos de esa época, me preguntaba ¡QUÉ ESTABA PENSANDO!

Llega la madurez

Bueno; así le llamamos a la época en la que llegamos a los 40s y posteriores años de nuestra vida. Los hijos se van, seguimos con ánimos de hacer cosas, y aunque nos sentimos de maravilla, la gravedad no perdona. Tengo muchos años haciendo ejercicio, y eso me ha ayudado a mantenerme en forma, tanto física como mentalmente (correr es una terapia), pero no podemos ir contra la genética. Mi papá tiene el pelo blanco desde sus treintas, cosa que heredamos mis hermanos y yo. Pero por supuesto, mi hermana y yo nos lo hemos pintado durante los últimos 20 años. 

Aceptar

Tarde o temprano debemos aceptar que ya no tenemos 20 años ( o 30 o 40 …), y que la vida está llena de altibajos que nos hacen ser lo que somos; crecen los hijos, se casan, tienen hijos, y entras en la maravillosa época de ser abuela. Lo más maravilloso que existe en el UNIVERSO sin exagerar, (las abuelas que me leen seguro estarán de acuerdo conmigo), y entras en una etapa en que la SALUD y el BIENESTAR es lo más importante (aclaro: no que no lo sea anteriormente en tu vida, pero no tienes que preocuparte TANTO por eso, ya que la juventud ayuda si tienes una vida sana y moderada).

Aquí quiero hacer un paréntesis importante, para contarles una de las razones al tomar esta decisión. Mi hija mayor siempre ha estado en favor de lo natural, y desde hace muchos años me dijo: mamá, ¿por qué no te dejas de pintar el pelo y dejas salir tus canas? Seguramente te verás de lo más elegante y distinguida. Además, piensa en el daño que te haces, tu cuero cabelludo, el ambiente, y a nadie engañas, ya que tu pelo está un poco maltratado y se ve el tinte (muy sutilmente me lo dijo, claro). JA! NI MUERTA siempre fue mi respuesta. Hija, QUÉ RAZÓN TENÍAS, GRACIAS!!!

Ahora que estoy en el proceso, mis dos hijas y mi esposo me apoyan y me echan porras. Creo que eso es algo muy importante, sentir el apoyo de tus seres más cercanos, y la fuerza que te dan al tomar una decisión.

El peinado, hoy

Estoy en un proceso difícil, porque ya tengo aproximadamente dos centímetros de raíz. Pero he estado haciendo pruebas; me doy cuenta que no debo MARCAR la raya en mi cabeza, ya que eso hace que sea más evidente mi pelo blanco. Es por eso que mi estilo es "despeinado" o sea, lo seco y lo modelo con aire tibio para que quede un poco más al natural. Ayudan muchísimo los productos que estoy usando (los describo en mi entrada anterior) además de que son un buen apoyo psicológico (me entienden, ¿no?).

Lunes, me hice la raya marcada
y claramente se ve la raíz.
Jueves, sigo sin entender que
¡¡¡la raíz se hace más evidente
si marco la RAYA!!!
Hoy decidí dejarme el pelo
un poco más alborotado y
aunque se sigue viendo la raíz,
ésta es menos notoria. 

En fin, seguimos con el proceso. Ya es VIERNES y el fin de semana correremos una carrera de 10km con mis dos hijas y mi esposo. Luciré orgullosa mi raíz. 

Ya me muero porque mi pelo crezca y tener TODA la cabeza blanca, será chistoso ir a las carreras con ropa deportiva, actitud positiva y por supuesto luciendo orgullosamente mi cabeza de abuela. 

cl.

jueves, 22 de mayo de 2014

El shampoo azul y otros productos.

Soy una persona totalmente obsesiva. Cuando me decido a hacer algo, me clavo a tal grado que como, respiro y duermo con esa obsesión hasta lograr mi objetivo. He gastado una fortuna en shampoos y acondicionadores para pelos grises, plateados y blancos como no se pueden imaginar.

El famoso “shampoo azul” [1] del que ni idea tenía de su existencia, por supuesto forma parte de mi nueva colección. Una gran cantidad de aceites a base de argán, ya que el pelo canoso tiende a ser más áspero que el de una mujer joven sin canas (creo que suena bastante lógico); aceites para hidratar el cuero cabelludo rojo por las inclemencias de los químicos utilizados por tantos años; mascarillas hidratantes que se deben dejar entre 5 y 10 minutos para que se restablezca el pelo (no es magia, por supuesto), y un sinnúmero de brillos y geles para antes y después del modelado.

A continuación les describo los que hasta ahorita me han dado resultados positivos.

Empecemos por el shampoo azul. (que más bien es morado)

Cuando los compré, no tenían del
mismo tamaño. Son shampoo y
acondicionador.
El primero que compré es de la marca Clairol. Se llama Shimmer Lights Shampoo.

A la hora de ponerlo en mi mano dije ¡QUE DIABLOS ES ESTO! Por supuesto tiene consistencia de shampoo, pero es de un tono morado/azul oscuro y pensé, ¿que estoy haciendo? Voy a parecer Pitufina. Pero no se alarmen, el pelo no queda azul. 

Aunque he de recalcar que NO SE DEBE USAR DIARIAMENTE. Yo lo uso cada tercer día, y por ahora me está funcionando.
Es en resumidas cuentas, un shampoo que va a eliminar los tonos amarillentos y cobrizos del pelo. Según dice en las reseñas de la marca “renueva y refresca los tonos apagados de los rayos y da brillantez al pelo cenizo; elimina el aburrido amarillo y da brillo al pelo plateado”.

En resumidas cuentas una MARAVILLA MILAGROSA. En estos momentos cualquier cosa que nos haga sentir bien y que nos de ánimos para llegar a nuestro objetivo es bienvenida.
Por supuesto el shampoo viene acompañado del ACONDICIONADOR (aunque se venden por separado). Es muy importante mantener nuestro pelo hidratado en el proceso, ya que de por sí las canas son más duras que el terso pelo de juventud, y pues el acondicionador azul MUY AZUL es apropiado. Se describe como: “una rica mezcla de emolientes, suavizantes e ingredientes hidratantes que da brillo, neutraliza el amarillo del pelo, lo acondiciona y le da una textura sedosa”. Prácticamente el producto IDEAL para no flaquear con esta decisión.

Shampoo clarificante

Mascarilla revitalizante a base de
aceite de argan.
Shampoo clarificante
Este tipo de shampoo, sirve para eliminar todo tipo de residuos usados en el pelo, y ayuda a restaurar su apariencia natural. Dicen que se debe utilizar antes de cualquier tinte, para eliminar lacas, sprays y acumulación de gel. La marca que yo compré es One ’n Only® Argan Oil Color Oasis Clarifying Shampoo.

Este shampoo sirve, como lo menciono antes, para quitar los residuos que dejan todos los productos que utilizamos en el modelado del pelo. Pero también ayuda a disminuir, aunque de manera muy paulatina y sutil, el colorante artificial que dejan los tintes. Es otro producto que no se debe utilizar a diario, porque puede resecar el cuero cabelludo. ¿¿¿MAAAS??? no gracias.

Aceite de argan de Marruecos

Aceite de argan de Marruecos
Los aceites especiales casi siempre son recomendables en cabellos teñidos, maltratados por el sol, la playa y el cloro de las albercas. Cuando llevas años pintando tu pelo (aunque no nades ni vayas a una playa desde hace años) el pelo se va a ver como zacate, duro, sin cuerpo y con textura de alambre de púas. Tal vez exagero un poco, pero por lo menos así lo he llegado a sentir.

¿Qué es el aceite de argán?

Conocido por los expertos como “oro líquido” para la piel y el cabello, se obtiene de los frutos del árbol de argan, una especie endémica de Marruecos. Es rico en ingredientes naturales que desempeñan un papel importante en la renovación y regeneración celular.
Por su escasez en el resto del mundo y los grandes beneficios que se le atribuyen para la piel y el cabello, este exótico aceite botánico es muy valorado y, aunque no resulta precisamente económico, hoy es posible encontrar productos enriquecidos con el mismo, a un precio más accesible.

Árbol de argan, crece hasta más de 10 metros
y se da en Argelia y Marruecos.
Sus beneficios son innumerables, pero básicamente el mayor de estos está en su composición. Es rico en vitamina E, carotenos y ácidos grasos Omega 3 y 6, es un poderoso antioxidante, humectante y restaurador natural. Por si fuera poco, es sumamente ligero y compatible con el cabello y cuero cabelludo, por lo que penetra fácilmente sin dejar una sensación grasosa u obstruir lo poros.
Es de lo más humectante, controla el frizz y da brillo.

Para adquirir una botellita de aceite, no tienes que ir a una tienda especializada en productos de belleza; lo puedes conseguir casi en cualquier supermercado y hay de varias marcas. El chiste es que sea de Marruecos porque creo que es el único país en donde se cultivan estos árboles y se usan para su consumo, tanto alimenticio como cosmético.

En fin, queridas lectoras, seguimos aprendiendo a lo largo del camino, todo lo que conlleva un cambio drástico en nuestra forma de vida, para nuestro propio beneficio. 

Estoy atenta a sus comentarios, y seguimos en esto.

cl.











[1] En ningún momento pretendo comercializar con las marcas mencionadas. Son los productos que yo he comprado para mi uso personal, y que he visto en las tiendas especializadas.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Seguimos con el proceso…

Buenos días queridos lectores! Hoy es el segundo día del blog, y he de decirles que ayer tuve una buena cantidad de opiniones sobre el tema. La mayoría me animó a seguir con el proceso, pero otras me hicieron reconsiderar y pensar más a fondo mi decisión. No se alarmen, sigo decidida a dejar los tintes, pero se que el proceso no será nada fácil.

Ayer no fue un día muy bueno que digamos. Desde temprano sabía que estaría todo el día en casa pues tenía varios pendientes que atender aquí mismo, así que tal vez no puse mucho énfasis en mi "arreglo" personal. Por supuesto me bañé y me puse unos cómodos jeans; pero no le di mucha importancia a mi peinado, cosa que, por frívola que parezca, en esta transición NO es buena idea.
La expresión "bad hair day"  (mal día para el pelo) tiene mucho sentido, sobre todo cuando traes un mal corte, tienes un evento importante, o el día nublado hace que te sientas un poco nostálgica.

En fin, se que habrá muchos días de estos, pero estoy decidida a vencerlos. Les voy a mostrar algunas fotos que me he tomado en los últimos días, para que vean que no exagero.

Pueden apreciar tanto el cuero cabelludo
como los casi dos centímetros de raíz
totalmente blanca, del pelo nuevo.
La primera es recién salida del baño (no se preocupen, no es de cuerpo entero) es simplemente mi LASTIMADO cuero cabelludo. Es increíble pensar que no me he quedado CALVA por los químicos por los que ha pasado mi cabeza.

Mala idea de peinado, si de lo que se
trata es de ¡camuflar las raíces!

La segunda es un close up de un peinado mal hecho (como ayer) en donde se puede ver una raíz fosforescente, sinónimo para muchas personas de : fodonga, dejada, floja, etc.



Y la tercera y cuarta (de hoy por la mañana) en que con un buen peinado se puede camuflar bastante bien la raíz.



Es increíble como un buen peinado nos puede hacer sentir seguras durante el día, y por más mundano que parezca cambiar nuestro humor y reafirmar la autoestima.

He estado observando a mi alrededor en todos lados, la calle, restaurantes, centros comerciales, etc. y podría asegurar que aproximadamente el 90% de las mujeres de mi edad (digamos entre los 40 y los 60 años) se pinta el pelo. Se ve claramente si el tinte es reciente, casero, de salón o de plano ya le hace falta el retoque. Soy una EXPERTA en el tema, bien dicen que más sabe el diablo por viejo, y después de tantos años de pintarlo de una amplia gama de colores, en la casa, en el salón etc. reconozco el proceso, la textura y el resultado final.

Existen muchos recursos para ayudar a nuestras canas a lucir dignamente, con productos nuevos que no tenía la menor idea de su existencia, y eso lo comentaré con detalle en mi próxima entrada. 
Por lo pronto espero sus comentarios y opiniones, y nos seguimos leyendo.

cl.



martes, 20 de mayo de 2014

Empezamos con la transición. Trucos

Castaño claro. Rubio oscuro dorado. Café mediano cobrizo. Rubio medio cenizo. Cualquier cosa que ocultara las canas. Mañana me toca pintarme. Todo un ritual y una planeación. ¿Por que no usas el mismo tono de siempre? porque ya no me agarra igual. Ya tengo la raíz tremendamente alborotada. Ya se me acabó el crayón multitonosdecafé que cubre la raíz y absolutamente nadie se da cuenta que mi grasosa apariencia es porque no he tenido tiempo del “retoque”.

Lo peor de todo es que ese ritual se repetía cada vez más seguido. Cada 15 días para ser exacto. Empecé a pintarme el pelo cuando tenía poco menos de 30 años. Lo hice porque de repente asomaban unos pelos blancos parados más reacios que nada. El espacio entre tintes no era constante. A veces dos veces al año era suficiente pues no había una raíz tan evidente. Con el paso del tiempo, y éste se ha ido volando, las coloraciones tuvieron que ser menos esporádicas. Cada dos o tres meses. Siguió pasando el tiempo y, como todo, se hizo parte de una rutina. De unos años para acá, no podían pasar más de 20 días. Eso ya era una exageración. Mi cabeza está cubierta por un 90% al menos de canas. (Si me pusiera a sacar la cuenta de lo que gasté en tintes caseros y de salón de belleza, estoy segura que sumaría una pequeña fortuna).

En el ultimo año, debía disponer de una mañana (casi) completa, ya que aunque en las instrucciones del tinte, éste dijera MÁXIMO 45 MINUTOS, yo tenía que dejarlo al menos otra media hora (¡¡¡1 hora 15 minutos en total!!!) porque si no, la raíz se vería un par de tonalidades más clara que el resto de la cabeza. Así que entre el tiempo de aplicado, el tiempo de pose, el lavado, acondicionado, cepillado y modelado, pues si, al menos unas tres horas. (También podría sacar la cuenta aproximada, creo que serían varios años…)

El resultado de tantos años ha sido de esperarse. Desastroso. Mi pelo es totalmente multicolor. Tengo destellos castaños claros, oscuros, rubios dorados, cenizos, etc.
Mi cuero cabelludo está lastimadísimo; a pesar de usar todo tipo de aceites y mascarillas reconstructivas, el pelo no se ve muy sano que digamos, pero lo que más me ha hecho llegar a tomar esta decisión, es que ya estoy HARTA de tener que gastar tiempo, dinero y esfuerzo en algo que para nada se ve natural.
Definitivamente, me doy cuenta que NO LO VALE.
Me he visto en fotografías, y aunque podría decir que algunas están rescatables, mi pelo de ninguna manera se ve natural. Y es lógico, tanto abusar de artífices y tratar de ir en contra de la naturaleza, es querer hacer milagros.

Seamos realistas. Tengo 53 años, vengo de una familia que por herencia es canosa y no se puede ir contra corriente. Es por eso que estoy DECIDIDA a lucir al natural.
Tomé la decisión hace apenas un mes. Y es precisamente en este momento en el que siento que TODO el mundo (me conozca o no) se pregunta si no me he dado cuenta que tengo una raíz de 1 centímetro y medio, (casi) totalmente blanca. A pesar de haberme hecho luces (rayos delgadísimos) en toda la cabeza, y de un tono rubio casi platinado (para camuflar un poco las canas), la raíz es evidente.

Se que lo más difícil será la transición, que podría decirse que es lo que estoy empezando a vivir. Pero me puedo imaginar que, emocionalmente este paso será mucho más intenso que físicamente. Estoy haciendo un registro fotográfico, y hasta ahorita no hay fotografía que no me impacte. Espero que ese rojo de mi pobre cuero cabelludo se apague un poco (es evidentísimo) y en verdad los resultados sean como me los imagino.

Creo que lo difícil, pero emocionante, serán los próximos meses.

En fin. Continuemos con la aventura.

Introducción

Esta soy yo. Con el pelo recién pintadito. Hace como 3 meses. 
Tengo 53 años, casada por casi 38 (si, con el mismo hombre), dos hijas y tres nietos, que son mi perdición. Soy diseñadora gráfica, profesora universitaria y tengo un negocio de cosas hechas a mano (bolsas, artículos de crochet y lo que se ofrezca).

Tengo más de 20 años pintandome el pelo. De eso se trata este blog. Los avatares de la madurez, las transiciones y los cambios físicos y emocionales por los que pasamos TODAS las mujeres, SIN excepción.

Todo comenzó por una inocente plática con mis hijas. Mamá, ¿cuando te dejarás de pintar el pelo? Mi respuesta fue automática: NUNCA. Cabe mencionar que mi esposo, quién me lleva 11 años, prácticamente no tiene canas, y se ve de lo más joven. Mi argumento es (o era) me voy a ver MÁS VIEJA que mi esposo… mmm, ¿será?

Nadie tiene el valor. He observado. La gran mayoría de las mujeres de 40 para arriba tienen el pelo HORRIBLE. Y, ¿a quién engañan? A nadie. Lo mismo me pasaba a mi. Es algo psicológico. Creemos que nos vemos lindas, jóvenes y lozanas. Que fiasco ver una mujer por detrás, delgada, con su gran melena hasta la cintura. Te acercas y la ves de frente. Ohhhhh, quizá botox o cirugía; quizá no se ve taaaan mal. Pero NO ES UNA JOVENCITA. Ya tiene sus, mmm ¿45 o 50? El pelo, tarde o temprano, siempre nos delata. 

Este blog, querida lectora, se trata de registrar, aceptar y vivir esa transición. Como todo, siempre hay miedos y dudas. Pero al final del día siempre hay un aprendizaje. ¿Que puedo perder? todo fuera como el pelo, que nos crece, y como dicen mis hijas, si al final no te encanta, pues te lo pintas otra vez.

Pues bien; empezamos el registro. No me he pintado el pelo desde hace como un mes.  Vamos bien aunque de repente me desespero y quisiera acelerar el proceso.
Paciencia, paciencia y más paciencia. Creo que es la parte más difícil. En un par de semanas me cortaré el pelo. A ver sí tengo el valor de cortarlo chiquitito.

Eso ayudará a ACELERAR el proceso. Empezamos la famosa TRANSICIÓN, por algo se empieza. 
Y, de algo estoy segura: no hay marcha atrás, se que lo lograré. Pero, ¡que miedo!

cl.