Como les comentaba en otra entrada, hay días buenos y otros no tanto, pero yo estoy decidida a hacer de esta transición un aprendizaje memorable, rompiendo convencionalismos sociales y siendo yo misma.
Es increíble ver, a lo largo de la vida, cómo hay gente que cree que con comentarios ácidos te abrirá los ojos para que veas que estás en un error. Sin embargo, vivir rodeada de gente positiva que te acompaña en el camino, como dice el comercial, no tiene precio.
Un poco de historia.
Cuando fui niña, mi mamá siempre me trajo con el pelo recogido. Tenía el pelo largo y lacio, y siempre me hacía trenzas para que no se me enredara. Yo a veces las odiaba pero en esa época, el repelar sólo te causaba problemas. Nunca fui una niña dócil que digamos, así que repelaba de todos modos, aún sabiendo que no me saldría con la mía.

Con el paso del tiempo llegó el momento en que me debía peinar sola. Siempre tuve el pelo largo, pero lógicamente terso y sedoso, características de salud y juventud.
Me lo cepillaba varias veces al día y por lo general lo traía suelto pero no le daba mayor importancia.
Siempre lo traje largo, aunque no tanto como en mi niñez, pero después de que nació mi primera hija, me lo tuve que cortar chiquito, ya que se me empezó a caer (seguro las que son madres, queridas lectoras, se podrán identificar con esto).

No pasó a mayores, seguía con mi pelo castaño claro, pero de repente me empezaron a salir las primeras canas. Eso fue a principios de mis treintas. Empecé a experimentar con tintes de varios colores, (aun no eran tan evidentes las canas) y un tiempo me dio por pintarlo ROJO!
Aun era muy joven, y aunque a mis hijos no les encantaba, yo me sentía soñada con ese color. Claro que después de algunos años, al ver fotos de esa época, me preguntaba ¡QUÉ ESTABA PENSANDO!
Llega la madurez
Bueno; así le llamamos a la época en la que llegamos a los 40s y posteriores años de nuestra vida. Los hijos se van, seguimos con ánimos de hacer cosas, y aunque nos sentimos de maravilla, la gravedad no perdona. Tengo muchos años haciendo ejercicio, y eso me ha ayudado a mantenerme en forma, tanto física como mentalmente (correr es una terapia), pero no podemos ir contra la genética. Mi papá tiene el pelo blanco desde sus treintas, cosa que heredamos mis hermanos y yo. Pero por supuesto, mi hermana y yo nos lo hemos pintado durante los últimos 20 años.
Aceptar
Tarde o temprano debemos aceptar que ya no tenemos 20 años ( o 30 o 40 …), y que la vida está llena de altibajos que nos hacen ser lo que somos; crecen los hijos, se casan, tienen hijos, y entras en la maravillosa época de ser abuela. Lo más maravilloso que existe en el UNIVERSO sin exagerar, (las abuelas que me leen seguro estarán de acuerdo conmigo), y entras en una etapa en que la SALUD y el BIENESTAR es lo más importante (aclaro: no que no lo sea anteriormente en tu vida, pero no tienes que preocuparte TANTO por eso, ya que la juventud ayuda si tienes una vida sana y moderada).
Aquí quiero hacer un paréntesis importante, para contarles una de las razones al tomar esta decisión. Mi hija mayor siempre ha estado en favor de lo natural, y desde hace muchos años me dijo: mamá, ¿por qué no te dejas de pintar el pelo y dejas salir tus canas? Seguramente te verás de lo más elegante y distinguida. Además, piensa en el daño que te haces, tu cuero cabelludo, el ambiente, y a nadie engañas, ya que tu pelo está un poco maltratado y se ve el tinte (muy sutilmente me lo dijo, claro). JA! NI MUERTA siempre fue mi respuesta. Hija, QUÉ RAZÓN TENÍAS, GRACIAS!!!
Ahora que estoy en el proceso, mis dos hijas y mi esposo me apoyan y me echan porras. Creo que eso es algo muy importante, sentir el apoyo de tus seres más cercanos, y la fuerza que te dan al tomar una decisión.
El peinado, hoy
Estoy en un proceso difícil, porque ya tengo aproximadamente dos centímetros de raíz. Pero he estado haciendo pruebas; me doy cuenta que no debo MARCAR la raya en mi cabeza, ya que eso hace que sea más evidente mi pelo blanco. Es por eso que mi estilo es "despeinado" o sea, lo seco y lo modelo con aire tibio para que quede un poco más al natural. Ayudan muchísimo los productos que estoy usando (los describo en mi entrada anterior) además de que son un buen apoyo psicológico (me entienden, ¿no?).
Lunes, me hice la raya marcada y claramente se ve la raíz. |
Jueves, sigo sin entender que ¡¡¡la raíz se hace más evidente si marco la RAYA!!! |
Hoy decidí dejarme el pelo un poco más alborotado y aunque se sigue viendo la raíz, ésta es menos notoria. |
En fin, seguimos con el proceso. Ya es VIERNES y el fin de semana correremos una carrera de 10km con mis dos hijas y mi esposo. Luciré orgullosa mi raíz.
Ya me muero porque mi pelo crezca y tener TODA la cabeza blanca, será chistoso ir a las carreras con ropa deportiva, actitud positiva y por supuesto luciendo orgullosamente mi cabeza de abuela.
cl.
No hay comentarios:
Publicar un comentario