martes, 20 de mayo de 2014

Empezamos con la transición. Trucos

Castaño claro. Rubio oscuro dorado. Café mediano cobrizo. Rubio medio cenizo. Cualquier cosa que ocultara las canas. Mañana me toca pintarme. Todo un ritual y una planeación. ¿Por que no usas el mismo tono de siempre? porque ya no me agarra igual. Ya tengo la raíz tremendamente alborotada. Ya se me acabó el crayón multitonosdecafé que cubre la raíz y absolutamente nadie se da cuenta que mi grasosa apariencia es porque no he tenido tiempo del “retoque”.

Lo peor de todo es que ese ritual se repetía cada vez más seguido. Cada 15 días para ser exacto. Empecé a pintarme el pelo cuando tenía poco menos de 30 años. Lo hice porque de repente asomaban unos pelos blancos parados más reacios que nada. El espacio entre tintes no era constante. A veces dos veces al año era suficiente pues no había una raíz tan evidente. Con el paso del tiempo, y éste se ha ido volando, las coloraciones tuvieron que ser menos esporádicas. Cada dos o tres meses. Siguió pasando el tiempo y, como todo, se hizo parte de una rutina. De unos años para acá, no podían pasar más de 20 días. Eso ya era una exageración. Mi cabeza está cubierta por un 90% al menos de canas. (Si me pusiera a sacar la cuenta de lo que gasté en tintes caseros y de salón de belleza, estoy segura que sumaría una pequeña fortuna).

En el ultimo año, debía disponer de una mañana (casi) completa, ya que aunque en las instrucciones del tinte, éste dijera MÁXIMO 45 MINUTOS, yo tenía que dejarlo al menos otra media hora (¡¡¡1 hora 15 minutos en total!!!) porque si no, la raíz se vería un par de tonalidades más clara que el resto de la cabeza. Así que entre el tiempo de aplicado, el tiempo de pose, el lavado, acondicionado, cepillado y modelado, pues si, al menos unas tres horas. (También podría sacar la cuenta aproximada, creo que serían varios años…)

El resultado de tantos años ha sido de esperarse. Desastroso. Mi pelo es totalmente multicolor. Tengo destellos castaños claros, oscuros, rubios dorados, cenizos, etc.
Mi cuero cabelludo está lastimadísimo; a pesar de usar todo tipo de aceites y mascarillas reconstructivas, el pelo no se ve muy sano que digamos, pero lo que más me ha hecho llegar a tomar esta decisión, es que ya estoy HARTA de tener que gastar tiempo, dinero y esfuerzo en algo que para nada se ve natural.
Definitivamente, me doy cuenta que NO LO VALE.
Me he visto en fotografías, y aunque podría decir que algunas están rescatables, mi pelo de ninguna manera se ve natural. Y es lógico, tanto abusar de artífices y tratar de ir en contra de la naturaleza, es querer hacer milagros.

Seamos realistas. Tengo 53 años, vengo de una familia que por herencia es canosa y no se puede ir contra corriente. Es por eso que estoy DECIDIDA a lucir al natural.
Tomé la decisión hace apenas un mes. Y es precisamente en este momento en el que siento que TODO el mundo (me conozca o no) se pregunta si no me he dado cuenta que tengo una raíz de 1 centímetro y medio, (casi) totalmente blanca. A pesar de haberme hecho luces (rayos delgadísimos) en toda la cabeza, y de un tono rubio casi platinado (para camuflar un poco las canas), la raíz es evidente.

Se que lo más difícil será la transición, que podría decirse que es lo que estoy empezando a vivir. Pero me puedo imaginar que, emocionalmente este paso será mucho más intenso que físicamente. Estoy haciendo un registro fotográfico, y hasta ahorita no hay fotografía que no me impacte. Espero que ese rojo de mi pobre cuero cabelludo se apague un poco (es evidentísimo) y en verdad los resultados sean como me los imagino.

Creo que lo difícil, pero emocionante, serán los próximos meses.

En fin. Continuemos con la aventura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario